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Mejor sin gluten
- 2 de marzo de 2021
- Publicado por: Dra Carmen Zorrilla
- Categoría: Hábitos saludables
El gluten es una proteína presente en cereales como trigo, cebada y centeno, que son inflamatorios en mayor o menor grado. El porcentaje de personas intolerantes al gluten (celiacos) es pequeño; sin embargo la sensibilidad al gluten, con o sin celiaquía, conduce a la producción de citoquinas inflamatorias; es decir el gluten es inflamatorio. Veamos porqué. Ya sé, lo que acabo de decir suena un poco alarmista.
Esta proteína está formada por dos grupos principales de proteínas: las gluteninas y las gliadinas; puede que seas sensible a una de ellas o a las dos, en cualquier caso el resultado es la inflamación.
Las citoquinas inflamatorias, tienen un papel fundamental en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, cardiometabólicas, enfermedades como el cáncer y las enfermedades autoinmunes. El cerebro es uno de los órganos más susceptibles a los efectos nocivos de la inflamación y esta inflamación silenciosa es el terreno abonado para numerosas enfermedades neurológicas.
En 2015, el doctor Fasano publicó un estudio en el que demostró que el gluten produce un aumento de la permeabilidad intestinal en todos los individuos, padezcan celiaquía o no. En este caso la barrera intestinal no logra evitar el paso de tóxicos al organismo y éstos provocan una respuesta del sistema inmune e inflamación.
Las personas con sensibilidad al gluten padecen: dolor abdominal, nauseas, diarrea, estreñimiento, malestar intestinal, cefaleas, niebla cerebral, cansancio inusual. Sin embargo en la mayoría de los casos no existen síntomas evidentes, aunque existe inflamación del organismo y por ello afectación a todos los niveles.
En el caso de afectación del sistema nervioso, los efectos del gluten comienzan con jaquecas, cansancio, ansiedad, fatiga crónica y puede llegar a depresión e incluso demencia.
En el estudio mencionado del 2015, el doctor Fasano publicó un artículo que demostró que la gliadina del gluten ocasiona daños internos e incluso puede ser responsable de varios trastornos autoinmunes y cánceres.
La gliadina desencadena la producción de otra proteína, la zonulina, la cual desintegra el revestimiento intestinal y aumenta su permeabilidad de nuestro intestino, con lo que las sustancias que no deberían pasar al organismo se filtran al torrente sanguíneo y causan inflamación.
Se encontró en estos estudios, que en la mayoría de los trastornos autoinmunes, como la artritis reumatoide, esclerosis múltiple, diabetes tipo 1 y el síndrome de intestino irritable, se dan niveles anormalmente altos de zonulina y permeabilidad intestinal.
El gluten produce inflamación y ésta origina sobrepeso y obesidad; a su vez el aumento de peso favorece la inflamación crónica que hace que perder peso sea prácticamente imposible. Esta inflamación es la base de las enfermedades crónicas como cáncer, cardiovasculares, autoinmunes y neurodegenerativas. Por eso hay que evitar el gluten todo lo posible y tomar los cereales que no lo contienen. Hoy día encontramos muchos productos en supermercados carentes de esta proteína. Es importante ir tomando conciencia para poder realizar cambios en nuestra alimentación de forma gradual.
Utiliza como fuente de carbohidratos los vegetales y frutas; de forma progresiva reduce los cereales que contengan ésta proteína.
Fuentes:
Fasano,A.,Physiolo.Rev.91, n1, 2011,pp.151-175.
Dr. Perlmutter. Limpia tu cerebro. Ed. Grijalbo. 2020.