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Yoga: buscando el equilibrio.
- 4 de septiembre de 2019
- Publicado por: Dra Carmen Zorrilla
- Categoría: Consciencia-Espiritualidad
El yoga es una ciencia milenaria que los sabios, rishis, suamis y maestros espirituales hidúes han conservado intacta durante siglos de forma anónima. La palabra yoga procede del sánscrito y significa Unión cuyo objetivo es ofrecer un camino que libera del sufrimiento, tanto físico y mental como espiritual, conduciendo a la autorrealización es decir, conduce a la persona a la Unidad esencial; es un camino hacia uno mismo.
Su divulgación pasaba de maestro a discípulo por tradición oral. La cultura occidental descubrió el yoga y la filosofía oriental hace poco más de un siglo, cuando algunos europeos comenzaron a estudiar el sánscrito. Pero el descubrimiento de la forma de vida yóguica, conservada esmeradamente durante siglos, se dio a conocer a finales del siglo XX, con la proliferación de centros, maestros y ashrams en Europa y Norteamérica, donde con mayor o menor acierto, se pusieron en práctica sus principios básicos.
El yoga nos ayuda a: enfocarnos, mantener la concentración, fortalecer la capacidad de goce, la fuerza de voluntad, regular los procesos metabólicos, aumentar la agilidad, la elasticidad, desintoxicar el cuerpo, revitalizar cada órgano, estar jóvenes. La salud está en nuestras manos así como la dicha, el gozo y el crecimiento espiritual.
Trae el equilibrio a nuestras vidas, que es el estado necesario para que el cuerpo físico y los cuerpos sutiles que identifica la anatomía yóguica estén libres de bloqueos, enfermedades y funcionen de forma adecuada. Ese equilibrio es también lo que buscamos para sentirnos con energía vital pero con serenidad mental, conectamos nuestro físico y nuestro yo trascendente.
Entre la larga lista de los beneficios del yoga a nivel físico están los siguientes:
No se realizan movimientos violentos sino tranquilos y moderados, por lo que no se producen agujetas.
No sobrecarga el trabajo cardiaco por lo que aporta energía en lugar de cansancio.
Trabaja proporcionalmente todo el cuerpo y de forma simétrica.
Flexibiliza músculos, ligamentos, tendones y articulaciones.
El yoga hace a la persona más comprensiva y tolerante, ayuda a la reflexión interior, a la concentración y a la meditación.
Hay quien lo practica para trabajar el cuerpo, otros lo ven como una vía expansiva hacia el amor y la alegría. Otros llegan a esta disciplina para tratar dolores físicos y hay quienes lo han descubierto como un camino hacia el aumento del nivel de consciencia.
Tiene mucha variabilidad de escuelas e interpretaciones, las enumeraré brevemente.
Tipos de yoga
El yoga es ante todo una ciencia que nos prepara para la meditación, habiendo purificado a fondo el cuerpo y la mente. Pero igual que un mismo traje no va bien a todos, no existe una única forma.
A.- RAJA YOGA.
Tiene ocho pasos:
- Las cinco restricciones.
- Las cinco observancias.
- Las asanas ( posturas de yoga);
- Pranayama (ejercicio de respiración);
- Abstracción de los sentidos;
- Concentración;
- Meditación;
- Superconciencia.
B.- HATHA YOGA.
Es el más conocido entre nosotros y comprende los puntos 3 y 4; asanas y pranayama. Se ayuda de una serie de Kriyas o ejercicios de limpieza corporal.
C.- ÑANA YOGA. Se centra en los puntos finales, es el yoga que busca el conocimiento y la realización.
D.- KARMA YOGA. Es el yoga de la acción desinteresada en el mundo.
E.- BHATKI YOGA. Es el yoga de la devoción, con cantos y alabanzas a deidades.
“El yoga nos trae al momento presente, el único lugar donde la vida existe”.
Ellen Brenneman
Hay muchas escuelas, pero lo importante es adaptar la práctica a nuestra vida, que el trabajo sea un trabajo personal, donde no existe la competición. Anclarnos al momento presente para conectar con nuestra Ser Interior, con nuestra dimensión transcendente. Vamos cambiando nuestro estado mental (dirigido por el ego) asustado, preocupado, irritado, ansioso, exigente a otro estado donde el ego no nos domina; reconectamos con nosotros mismos y encontramos un estado más relajado, confiado, tolerante, amable, paciente y compasivo.
Flexibiliza el cuerpo y la mente para mantener un equilibrio ante los acontecimientos de la vida.
Fuentes: “El gran libro de Yoga”. Ramiro Calle. Ed. RBA 2017.