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La importancia del Microbioma: II Parte
- 21 de febrero de 2021
- Publicado por: Dra Carmen Zorrilla
- Categoría: Hábitos saludables
Habitan en nosotros más microorganismos que células, en una proporción 10 a 1. Es decir, 10 microorganismos por cada célula. Hasta el momento, los científicos han identificado más de diez mil especies de microorganismos diferentes, cada uno con su propio ADN. A estos microrganismos y su material genético es a lo que llamamos Microbioma.
Ya vimos las importantes funciones cuando hable del microbioma en un post anterior, ahora veamos como cuidarlo.
Para mantener una buena flora intestinal es fundamental llevas un estilo de vida saludable: descansar, hacer ejercicio regular, liberarse de las sustancias tóxicas y llevar una correcta alimentación que incluya Prebióticos y probióticos.
Prebióticos
Son el alimento de las microorganismos intestinales para impulsar su crecimiento y actividad. Se pueden consumir fácilmente a través de algunos alimentos.
Para que se los considere prebióticos deben tener 3 características:
- No han de ser digeribles por los ácidos o enzimas gástricas.
- Las bacterias intestinales deben ser capaces de fermentarlos o metabolizarlos.
- Esta actividad debe ser beneficiosa para la salud.
La fibra alimentaria presente en vegetales fibrosos cumple esos requisitos, por lo que debemos procurar que nuestra fuente de carbohidratos sean éstos. Nos ayuda a prevenir el cáncer, la diabetes, la demencia y el sobrepeso; es el paso fundamental para mantener la flora bacteriana beneficiosa y nos abre las puestas a un futuro más saludable.
Alimentos fuente de prebióticos: achicoria, ajo, cebolla, espárragos, tupinambo, goma arábiga, hojas de diente de león, puerro.
Se pueden utilizar suplementos de fibra prebiótica, que son derivados de la goma arábiga. Son fibras seguras que además tiene efecto en la pérdida de peso.
Probióticos
Son microorganismos vivos que podemos encontrar de manera natural en muchos alimentos, sin necesidad de añadirlos artificialmente. También existen en forma de suplemento.
Yogur. Con cultivos vivos, como el yogur griego; si eres intolerante a la lactosa o alérgico a la proteína de la leche, puedes tomar yogur de leche de coco.
Kéfir. Puede ser fermentado de leche similar al yogur, contiene cultivos de levaduras y bacterias y es rico en antioxidantes. Para intolerantes a lactosa o alérgicos a la proteína de la leche, existe el kéfir de leche de coco, o el kéfir de agua, que es igual de beneficioso.
Chucrut. Es col fermentada; otros probióticos son los pepinillos, frutas y verduras encurtidos, como judías o zanahorias. Que sean encurtidos en salmuera, no en vinagre: Tienen beneficios probióticos ya que ingerimos levaduras y bacterias vivas que se producen en el proceso de fermentación de éstos vegetales.
Kombucha. Bebida elaborada a base de té fermentado.
Tempeh, Kimchi y Miso. Son probióticos que proceden de la fermentación de vegetales y cereales como el arroz.
Recuerda tomar los probióticos con el estómago vacío al menos 30 minutos antes de comer.
El número de complementos probióticos es grande, miles de especies distintas de bacterias conforman el microbioma humano.
El pilar fundamental debe ser una dieta alta en grasas saludables y baja en carbohidratos, siendo éstos los más recomendables los vegetales fibrosos, por ser fuente de fibra prebiótica. La prescripción de suplementos debe hacerse bajo control de su especialista.
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