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Pilares de la salud: Salud Integral
- 22 de julio de 2020
- Publicado por: Dra Carmen Zorrilla
- Categoría: Hábitos saludables Sin categoría
El mantenimiento de nuestra salud lo debemos hacer de forma Integral, no hay compartimentos. Mente y cuerpo están íntimamente relacionados de tal forma que lo que ocurre a nivel emocional tiene una influencia a nivel físico y viceversa.
Debemos tener en cuenta unas consideraciones y comenzar a ponerlas en práctica para mejorar nuestros años, tengamos la edad que tengamos.
No te intoxiques. Deja de fumar y limita la ingesta de alcohol, no tiene sentido hablar de salud sin limitar hábitos que nos hacen daño.
Muévete todos los días. El sedentarismo mata. Es posible adaptar el tipo y duración del ejercicio a cada persona y es lo recomendable.Desde no usar el ascensor y caminar 20 minutos al día hasta realizar ejercicios programados semanales, de fuerza, flexibilidad, cardiovasculares y de equilibrio.
El mejor ejercicio para ti es el que puedas hacer. Por eso elige una opción. La actividad física nos hace más sanos, nos hace más alegres y nos aleja el estrés.
Instaura en tu vida una dieta saludable basada en la ingesta de fruta, verdura, legumbres, frutos secos, pescados y carnes blancas. No es tanto la cantidad de alimentos lo que nos perjudica como la calidad de éstos.
Disminuye los azúcares de tu dieta. Cada vez está más claro que el gran enemigo de nuestra dieta en los países desarrollados no son las grasas, sino el exceso de azúcares. Con azúcar me refiero también a las harinas refinadas (pan blanco, dulces, bollería, bebidas carbonatadas etc).
Descansa, el número de horas de sueño en nuestro entorno es inferior a 7 horas y éste es el mínimo saludable. En cuanto a la calidad de éste sueño va disminuyendo a partir de los 35-40 años. Por ello cuidar la higiene del sueño es fundamental y eso se consigue con una rutina y unas pautas que nos proporcionen un sueño reparador, nos protege de enfermarnos y evita nuestro envejecimiento.
Actitud, Actitud y después actitud. Intenta tener una actitud positiva ante las circunstancias de la vida, acepta y abraza la incertidumbre. Amplía tu perspectiva del mundo y de las circunstancias, una actitud positiva es la base de una persona saludable y feliz.
Controla tu estrés. El estrés está directamente relacionado con un gran número de patologías y además no hace infelices. Practica técnicas de relajación.
Mejora tu alimentación, suplementa con minerales y vitaminas que habitualmente no encontramos en la dieta o porque tenemos unas necesidades mayores por nuestras circunstancias como: embarazo, madurez, mayor actividad física.
Asesórate por profesionales de la salud.En el campo de la nutrición,ejercicio, psicología, medicina.
Cuida y alimenta tu propósito en la vida. Este propósito es aquello por lo que te levantas cada mañana, lo que te hace esforzarte, lo que te anima a seguir adelante. Recuerda si sabes qué tienes que hacer, siempre encontrarás los comos.
Lo importante de éstas pautas es que los efectos positivos sobre tu organismo no se hacen esperar, si comienzas a comer mejor, haces ejercicio, eliminas toxinas de tu cuerpo y te suplementas si es necesario, los efectos positivos se plasman en muy poco tiempo, en el corto plazo.
“Añade vida a tus años y años a tu vida”