Poema “SI” de Rudyard Kipling

Si conservas tu juicio, aunque los otros

estén perdiendo el suyo, y te culpen de ello.

Si crees en ti mismo, aunque otros duden,

pero eres indulgente ante sus dudas.

Si sabes esperar pacientemente y, aun viviendo rodeado de mentira,

la mentira nunca está en tu boca.

Si eres a un tiempo odiado y no respondes  con iguales armas

y no te muestras falsamente santo

ni finges al hablar mucho talento.

Si puedes soñar, sin que te domine el sueño,

y pensar sin ser esclavo de la mente

Si eres inmune al triunfo y al fracaso

y tratas a esos dos impostores del mismo modo.

Si escuchas tu verdad en otras bocas

que de ella se sirven para fines propios.

Si ves desmoronarse aquello por lo que has dado tu vida

y te inclinas para volver a construirlo de nuevo

con útiles gastados.

Si puedes arriesgar cuanto ganaste

a una carta, y perder, y retirarte y volver a empezar como si nada

y no pronunciar palabra sobre tu pérdida:

si puedes forzar todo tu cuerpo

corazón, nervios y musculos

para que te sirvan aunque ya no tengan fuerzas

y mantenerte firme cuando nada queda salvo

la voluntad que dice : ” ¡Aguanta!”

si hablas con la gente y conservas tu virtud,

si estás entre reyes y no pierdes tu integridad.

Si no pueden herirte tus enemigos

ni tampoco tus amigos.

Si todos ponen en tí su confianza

y ésta no queda nunca defraudada:

si puedes llenar cada minuto implacable

con sesenta segundos que merezcan haber sido vividos,

el mundo es tuyo, con todos sus tesoros,

y aún más, hijo mío: ¡ SERAS HOMBRE !

RUDYARD KIPLING

( 1865-1936 )

Nacido en la India de padres Ingleses, Rudyard Kipling  fue un famoso novelista, poeta y autor de novelas cortas. Durante los cinco años  que vivió en Vermont, cuando publicó El Libro de la selva y Capitanes intrépidos, su popularidad en EEUU solo rivalizaba con la de Mark Twain.

Este poema que Rudyard escribió a su hijo, lo imprimí y plastifiqué a cada uno de mis tres hijos hace muchos años. Resume todo lo que a mí, como madre, me gustaría trasmitir. Son muchos los mensajes y muy importantes:

Se tú mismo sin dejarte arrastrar por los demás y sin juzgar, le invitamos a cultivar  su integridad personal y su equilibrio.

Aprende a perder, no soy lo que hago, no soy mis errores ni mis triunfos. Estas acciones no son más que sombras de mi verdadero yo. Soy ese alma eterna  e invisible que observa lo que hago.

Las decisiones se basan en mis sentimientos, dejo de enjuiciar a los demás  porque veo a Dios en cada persona y Dios está en mí. Hay una frase muy bonita, que resume esta idea, en el libro “A Course of Miracle” que dice Si supieras quien camina a tu lado no tendrías miedo. Si viéramos a Dios en cada persona no tendríamos miedo y nunca nos sentiríamos solos.

Vive intensamente, cada momento de tu vida: disfruta, estudia, ríe, llora; vive guiado por la pasión y por el entusiasmo.

No necesitas demostrar nada y tampoco dar explicaciones de lo que sientas o pienses, si lo haces es por compartirlo con otras personas, no porque te  sientas obligado.

No necesitas tener razón, solo sigue tu propósito en la vida, tu destino. Ser hombre o mujer consiste en ser uno mismo, en tener la valentía de decir me equivoqué, la osadía de decir perdóname, la sensibilidad de decir  te necesito, la capacidad de decir  te amo, y sobre todo conducirse por el camino de la Verdad, Bondad y Belleza que somos.

• Camino de la verdad, ser siempre auténticos con nosotros y con los demás: pensar, sentir, hacer de la misma manera.
• Camino de la bondad, ver siempre en la gente y en el mundo la amabilidad y el amor .
• Camino de la belleza, conservar la ecuanimidad, la paciencia, la empatía, la solidaridad y  alegría de vivir.

No es fácil, pero en el camino estamos……….