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El poder de la visualización
- 5 de marzo de 2018
- Publicado por: Dra Carmen Zorrilla
- Categoría: Desarrollo personal Inteligencia y gestión emocional
“El mayor descubrimiento de mi generación es que los seres humanos, al cambiar las actitudes internas de sus mentes, pueden cambiar los aspectos externos de sus vidas.”
William James.
Ya a principios de este siglo Emil Coué, uno de los grandes médicos clínicos pioneros en la utilización de la autosugestión, dijo: ”Cuando existe un conflicto entre la imaginación y la voluntad, la imaginación gana siempre”
La visualización es una actividad natural en el ser humano, en gran medida automática, como respirar o caminar. Visualizamos cuando fantaseamos, recordamos una experiencia pasada o pensamos en alguien que conocemos. Es posible mejorar esta capacidad innata para mantenernos sanos y felices. Y es que en el cerebro no existe diferencia entre una imagen real y una imagen visualizada. El proceso neurológico es exactamente el mismo; de ahí el poder de las imágenes que visualicemos.
El objetivo de éste artículo es responder de forma resumida a varias preguntas que expondremos a continuación; pero sobretodo sembrar la curiosidad que nos lleve a profundizar en este tema.
¿Es una actividad onírica?, ¿es una meditación o una hipnosis? ¿Se trata de una experiencia mística o religiosa?, ¿para qué sirve? y ¿cómo se realiza?.
La visualización es la creación consciente y voluntaria de impresiones sensoriales mentales con el propósito de cambiarnos. Es una actividad intuitiva del hemisferio cerebral derecho que se aprende con la práctica.
La palabra consciente diferencia la visualización de los sueños, que se producen en un estado inconsciente. Voluntaria quiere decir que elegimos el momento, el lugar, el propósito y el contenido general de la visualización; apartándose de las creencias de cualquier sistema religioso o místico particular.
Creación implica que, con frecuencia, las visualizaciones serán fantásticas o imposibles. Trabajar sobre un problema utilizando la visualización es muy diferente que reflexionar sobre él.
La visualización no es solo visual; además de representaciones mentales, también crearemos en nuestra mente, sonidos, gustos, olores, sensaciones de temperatura, textura y demás. El componente visual es el más fuerte, pero los demás sentidos deben estar presentes para sacar mayor partido a la visualización.
Cuando visualizamos una escena relajante, escogemos por ejemplo la de una playa, crearemos la imagen en la mente con todo detalle, añadiremos la sensación de calor, el tacto de la arena, el sonido del mar, cuanto más detalles añadamos más efectiva será la visualización. Notaremos como el cuerpo se relaja exactamente como lo haría en una escena real de playa. A nivel consciente conocemos la diferencia entre lo visualizado y la realidad, pero de forma inconsciente no existe esa distinción.
Utilidad de la visualización.
1.- La automejora personal. La automejora cubre un terreno muy amplio; por una parte, implica asumir el control o librarse de aspectos negativos de la vida, tales como fumar o comer en exceso; por otra, acentuar los aspectos positivos de la vida mediante el fomento de la creatividad, la solución de problemas, el logro de objetivos, la mejora de los hábitos de estudio y el aumento del rendimiento deportivo.
2.- En el campo terapéutico recorre la gama que va desde la reducción del estrés, al reforzamiento de la autoestima y el dominio del insomnio. Alivia emociones dolorosas tales como la depresión, la ansiedad, la ira o la timidez; también elimina miedos y obsesiones. Prepara a los pacientes para enfrentarse a situaciones difíciles como una oposición, competiciones deportivas, etc a través de desensibilización sistemática.
3.- En el campo de la curación y el control del dolor funciona para un amplio conjunto de lesiones, enfermedades, infecciones y trastornos del sistema inmunológico. Nunca sustituye a ningún tratamiento o terapia establecida por su especialista.
Tipos de visualización.
– Visualización receptiva. Consiste en escuchar al inconsciente. En su forma más pura, cerramos los ojos, nos relajamos y esperamos a ver qué aparece en la mente. Es útil para explorar la resistencia a algún cambio en la vida, revelar los sentimientos verdaderos y clarificar lo que realmente queremos hacer cuando nos enfrentamos a varias alternativas confusas.
– Visualización programada. Consiste crear imagenes para: lograr objetivos, mejorar el rendimiento deportivo, acelerar la curación de lesiones e intensificar las imágenes en general.
– Visualización guiada. Es una combinación de las dos anteriores. Casi todas las visualizaciones son guiadas ya que es casi imposible crear una puramente receptiva o programada.
Pasos para la visualización efectiva.
1.-Relajarse. Para ello adoptar la posición sentada o tumbada, con los ojos cerrados.
Al relajarse el cerebro produce ondas alfa, que se asocian con sensaciones de bienestar, conciencia incrementada, creatividad y receptividad a sugerencias positivas. En estado relajado las imágenes son más nítidas y fáciles de retener; las espontáneas tenderán a proceder de niveles más profundos, básicos y auténticos del inconsciente.
2.- Crear las imágenes. Lo más importante a la hora de seleccionar las imágenes es guiarse por el corazón, escoger aquellas por las que nos sintamos más atraídos teniendo en cuenta lo que queremos conseguir.
3.- Profundizar e intensificar. Profundizar en la relajación sucede de forma natural, a medida que nos involucramos más con las imágenes; es el momento de intensificar las impresiones sensoriales añadiendo detalles.
Las sensaciones vívidas proceden de detalles realistas del mismo modo que lo detalla un escritor; añadir movimiento y profundidad a las imágenes, cambiar entre sentidos diferentes, (oído, tacto, vista olfato, etc.) e incluir emociones apropiadas.
4.- Acentuar lo positivo. En cada visualización nos presentaremos de la forma más generosa y benévola posible.
5.- Suspender los juicios. La visualización es una actividad del hemisferio cerebral derecho, no racional, no lineal, intuitiva, etc. El yo racional, lógico, regido por el hemisferio izquierdo del cerebro, se entrometerá todo el tiempo. Intentaremos censurar imágenes que nos pongan en una posición desfavorable: imágenes demasiado violentas y demasiado débiles, pero como ocurre con la meditación las dejaremos ir sin involucrarnos en ellas.
No existe un modo correcto de hacerlo. Solo existe un modo, realicemos la práctica sin enjuiciar. Si sometemos a crítica lo que aparece en una visualización, la imaginación se limitará ya que el lado creativo e intuitivo estará trabajando bajo una pesada carga de crítica, procedente de su lado lógico y enjuiciador.
Una afirmación es una aseveración fuerte, positiva y con un sentimiento profundo de que algo es así.
Las afirmaciones reprograman o sustituyen las aseveraciones negativas que circulan por la mente. También funcionan como recordatorios para suspender juicios y dejar a un lado la duda.
Se pueden realizar en silencio, en voz alta y escritas detalladamente en la imaginación. Deben tener tres elementos: deseo (querer cambiar verdaderamente), creencia (creer que el cambio es posible) y aceptación (estar dispuesto a hacer que el cambio se produzca); las tres se suman a la intención.
Las afirmaciones son especialmente importantes al final de una visualización; ya que, funcionan como las sugestiones posthipnóticas, utilizándose también en estados meditativos.
La visualización es una herramienta para el cambio que se perfecciona con la práctica. Se debería practicar diariamente para muchos tipos de cambio. Con el tiempo, las imágenes se harán más vívidas, más parecidas a ver, oír y tocar realmente; obteniendo sus beneficios.
Lo que imaginamos o visualizamos es lo que creemos y lo que creamos en nuestras vidas.
Fuentes
Fanning,P.,Visualización autocuración y bienestar. Ed, Robin book.
Gawain,S.,Visualización creativa. Ed.Sirio.