Donde se fue nuestra risa.
Un niño sonríe unas 400 veces al día y un adulto aproximadamente 15; y es que el niño va perdiendo la inocencia y con ella el sentido del humor. Comenzamos a llevar, desde pequeños, la carga del miedo; el miedo al ridículo, a no ser queridos, a no ser aceptados, a estar solos.. y estamos más pendientes de lo que piensan los demás, en lugar de vivir de forma espontánea y desenfadada. Dejamos de ser nosotros mismos y nos miramos en los rostros serios de los adultos.
La risa desparece con el miedo y se ve muy influenciada por la autoestima. Si nos queremos, nos aceptamos; no le damos tanta importancia a lo que piensen los demás y reimos sin miedo. Por otro lado, una persona que se ríe de sí mismo fortalece su autoestima; por ello, la sensibilidad a la crítica negativa nos paraliza y no nos permite disfrutar de nuestra risa.
Algunas buenas razones para reír.
El humor y la risa son las cualidades que ayudan al ser humano a experimentar bienestar incluso en los momentos difíciles. La risa actúa sobre los sistemas cardiovascular, endocrino, inmunitario, músculo-esquelético y nervioso. Según William Fry, psiquiatra y profesor de la universidad de Stanford, la risa tiene efectos similares al ejercicio aeróbico moderado; más en concreto, entre cinco y diez minutos de risa equivalen a diez y quince minutos de ejercicio en una bicicleta estática o remo.
La risa también mejora la eficacia del intercambio gaseoso que se produce en los pulmones, aumenta la circulación sanguínea y la oxigenación de músculos, articulaciones y órganos básicos como: el cerebro, los pulmones y el corazón; además aumenta la actividad eléctrica del cerebro.
Las investigaciones y han demostrado que el humor produce una activación global del cerebro, con un aumento en la concentración de neurotransmisores relacionados con el bienestar. La risa también es un potente analgésico natural, activa hormonas como la serotonina, la dopamina y la adrenalina, que producen una agradable sensación en nosotros.
Otro de los efectos terapéuticos, más confirmados, es su utilidad para combatir el estrés; ya que los cambios fisiológicos que provoca la risa favorecen los estados metabólico y psicológico, idóneos para responder a éste. Se ha concluído que las personas que le dan importancia a la risa sufren hasta un 70% menos de infartos de miocardio que los individuos con un estilo de vida depresivo, ansioso o irascible.
La risa disminuye los niveles sanguíneos de cortisol (la hormona encargada de subir la tensión sanguínea y la frecuencia cardiaca) y aumenta la actividad de los linfocitos T (células del sistema inmunitario); es decir, la risa modula la respuesta hormonal al estrés y refuerza el sistema inmunitario, debilitado por aquél.
El psicólogo Hebert Lefcoury ha estudiado que la risa y el humor modulan la respuesta a la adversidad comparando las reacciones de distintas personas ante recuerdos emocionalmente dolorosos. El grado de ansiedad y de dificultad para superar estas situaciones estaba en función directa a la aparición de la risa.
Psicolologos de la Universitté Paris Quest Nanterre La Defénse han descubierto que la risa no solo es una excelente medicina para el cuerpo y el alma sino que también facilita el aprendizaje. Estos investigadores han observado que cuando los niños ríen, aprenden mejor. A nivel celular, la dopamina influye fundamentalmente en las neuronas de la corteza prefrontal, potenciando la excitabilidad de las mismas, en las capas más profundas, lo cual estimula el aprendizaje; ya que facilita una regulación óptima de los procesos cognitivos. De hecho, en diferentes estudios se ha constatado que un déficit de dopamina afecta considerablemente la memoria de trabajo.
Pero sobretodo produce un bienestar espiritual, equilibra las emociones y los pensamientos. Es imposible sonreír y tener pensamientos negativos a la vez. Utilizar el humor en la vida cotidiana es más sabio y facilita un mejor manejo de las situaciones difíciles o tristes y predisponiendo a disfrutar más de la positivas.
El bienestar espiritual no depende sólo de las circunstancias de una persona, ni tampoco de su personalidad. El factor más importante es la actitud que se adopta día a día, y éste es un factor que controlamos perfectamente. Por ejemplo, nosotros decidimos a que tipo de influencias nos exponemos: compañías depresivas o alegres, lecturas aburridas o hilarantes, televisión irritante o conversaciones con buen rollo.
Propuestas para reír incluso en los momentos difíciles.
El humor nos ayuda a adoptar una perspectiva más sana ante los problemas, proporciona un distanciamiento saludable, nos hace sentir que se controla la situación, mejora las relaciones personales y reafirma la voluntad de disfrutar de la vida; y, como hemos visto, mejora nuestra salud.
TU RISA
Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.
Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mi todas
las puertas de la vida.
Amor mío, en la hora
más oscura desgrana
tu risa, y si de pronto
ves que mi sangre mancha
las piedras de la calle,
ríe, porque tu risa
será para mis manos
como una espada fresca.
Junto al mar en otoño,
tu risa debe alzar
su cascada de espuma,
y en primavera, amor,
quiero tu risa como
la flor que yo esperaba,
la flor azul, la rosa
de mi patria sonora.
Ríete de la noche,
del día, de la luna,
ríete de las calles
torcidas de la isla,
ríete de este torpe
muchacho que te quiere,
pero cuando yo abro
los ojos y los cierro,
cuando mis pasos van,
cuando vuelven mis pasos,
niégame el pan, el aire,
la luz, la primavera,
pero tu risa nunca
porque me moriría.
Salud Integral y Emocional
Felicidades Carmen!!! Muy interesante tu blog! Un abrazo! Gracias me alegro que te guste y quizás te sirva.
Mil Gracias!!!