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Vida estoica
- 14 de noviembre de 2019
- Publicado por: Dra Carmen Zorrilla
- Categoría: Coaching Desarrollo personal Inteligencia y gestión emocional
EL estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en el 301 a.C. Su doctrina está basada en el dominio y control de los hechos, circunstancias y pasiones que perturban la vida por medio de la valentía y la razón del carácter personal.
Esta filosofía divide a los problemas en dos: los que podemos resolver y aquellos que están fuera de nuestro alcance. Con respecto a los segundos los estoicos señalan la necesidad de aceptar la circunstancias adversas, no con una conformidad pasiva del que se resigna, sino aceptar aquello que escapa a nuestro control y guardar nuestra energía para solucionar los problemas que podemos evitar.
Se trata de aceptar la pena, los miedos y la angustia como parte de la vida. Si no está en nuestras manos cambiar una situación que me produce dolor, sí podemos elegir la actitud para afrontar el sufrimiento; tenemos la libertad de elegir siempre.
Los estoicos explican que si somos justos, llevamos una vida de respeto hacia los demás y apoyamos a los que nos necesitan, si poseemos la inteligencia práctica y actuamos adecuadamente en cada momento, si somos valientes y podemos escapar de la esclavitud de los instintos, si desarrollamos nuestra capacidad de vencer el miedo y logramos soportar la adversidad, si somos humildes y adquirimos la conciencia de nuestros propios límites, entonces podremos ser felices ya que poseemos virtud y autonomía y viviremos una vida dichosa sin que nada ni nadie pueda arrebatarnos este sentimiento interior.
Se trata de no perseguir el placer ni huir del dolor a toda costa, sino de afrontar las perturbaciones con ecuanimidad, sin reaccionar de forma automática y caprichosa. No tiene sentido intentar evadir de forma continua el dolor ya que es consustancial al hombre. La sabiduría consiste pues en no apegarse al placer, ni intentar escapar del dolor.
Epicteto enseñaba que una vida plena se centraba en tres temas principales: gestionar los deseos, cumplir con las responsabilidades y aprender a pensar con claridad sobre uno mismo y las relaciones dentro del conjunto de la humanidad. Este filósofo perseguía la libertad interior y la serenidad como forma de vida. Casi nada..
Es decir, ser sereno, imparcial y equilibrado en la aceptación de lo que nos ocurre. Las situaciones pueden conmovernos pero debemos mantener el juicio y no dejarnos arrastrar por las emociones.
Mantener la serenidad, la imparcialidad y el equilibrio aceptando lo que nos ocurre, a la vez que nos invita a liberarnos de lo que no es esencial, aquello que es temporal y pasajero.
“Señor, dame el coraje para cambiar las cosas que debo, serenidad para aceptar las que no puedo cambiar, y sabiduría para reconocer la diferencia”. Reinhold Nebuhr
Especulamos con el futuro y enredamos en el pasado, el presente se convierte en una entelequia de la que jamás disfrutamos. Si no habitamos en el aquí y ahora, no vivimos con plena consciencia y por lo tanto nos estresamos con aquellos factores que están más allá de nuestro alcance y que se escapan de nuestras manos.
La filosofía estoica nos permite hacer una buena gestión de las emociones negativas, ya que nos ayuda a diferenciar las situaciones que podemos cambiar de las que no. Nos ayuda a comprender que nuestras acontecimientos pasados, pasados están, no perdamos más tiempo en darle vueltas a algo que ya ocurrió.
Ignoramos lo que no podemos cambiar y así nos hacemos responsables de nuestras acciones, sin culpar a los demás, centramos toda nuestra energía en solucionar situaciones que sí podemos controlar.
Liberamos nuestra mente del ruido mental de la preocupación por lo que pueda ocurrir y nos centramos en trabajar en aquello en lo que sí es necesario que intervengamos en nuestra vida.